fito en el mundo

Han pasado tres semanas desde la última entrada y la pereza ha sido la única culpable de que no haya vuelto a escribir hasta ahora. Por fin me he decidido, animado por las historias que cuentan mis compañeros.

He tenido tiempo de visitar varias ciudades, asistir al circo,
recibir visitas, salir de fiesta, trabajar, estudiar, hacer cuentas... han sido unas semanas bastante completitas.

Me he puesto las pilas "intelectualmente" y me estoy "preparando" para superar el test de certificación ISACA, como auditor de sistemas de información. Por favor, no preguntadme todavía que es un auditor y qué hace, porque me estoy aún aclarándome las ideas. Por otro lado he presentado una propuesta de proyecto de fin de carrera a mis tutores, creo que es ya la tercera, y estoy tomando carrerilla para ponerme en serio a desarrollarlo. Por último, en aras de mejorar mis dotes linguísticas, dotes es un término demasiado ostentoso en mi caso, también pretendo superar el examen CILS 2.

El circo. Como ha cambiado el concepto. Jenni y yo hemos asistidos con grandes expectativas a Alegría, espectáculo de la compañía Cirque du Soleil. Tenía sus payasos, sus malabaristas y trapecistas, pero todos ellos envueltos en una escenografía y siguiendo una coreografía envolventes que impiden al espectador desviar la atención del escenario. Recomendable 100%. Seguro que no os defrauda.

Jenni también está liadísima. Ayer le comenzaron las clases en la universidad, el Politecnico di Milano, a la par que se prepara también para el examen CILS. Si ya es difícil seguir una clase de análisisi numérico, imagináosla en otra lengua.

Este fin de semana nos visitaron Jose, compañero de "profesión" en Atenas, y Rocío, futura profesional de las relaciones laborales, y almerienses de corazón. Porque se dice almerienses, ¿no? Ya les dedicaré un post a su visita, aunque estuvieron más tiempo entre góndolas que a nuestro lado.

Para terminar, y siguiendo el orden cronológico de las visitas que hemos realizado, unas imágenes de Padova.

La universidad de esta ciudad se fundó en 1222 y durante muchos años fue el corazón académico de la por entonces poderosa República Veneciana, y, por tanto, fue una de las ciudades medieval y renacentista más importante. Dante y Copérnico estudiaron aquí, Petrarca y Galileo enseñaron. Desgraciadamente no pude entrar en sus aulas porque íbamos justos de tiempo, pero deambular por sus pasillos y desde su patio interior ver las innumerables reseñas de cientos de estudiantes insignes bastan para respirar los años de conocimiento que se han impartido entre sus paredes.

Bo - Edificio Principal de la Universidad

A unos pocos minutos de la estación de tren llegamos a una antigua arena romana, donde se alza una pequeña capilla. Ésta fue comprada por Enrico Scrovegni, un acaudalado homber de negocios, en 1300. La ofreció a la Virgen con el objetivo de redimir los pecados de su padre, un usurero poco ético (¿son compatibles usurero y ético?) que no tuvo un entierro cristiano.

Trasera de Capella degli Scrovegni

Un monje franciscano nacido en Lisboa, Antonio, pasó los últimos años de su vida en Padova. Murió en 1231 y la construcción de la basílica que lleva su nombre, una fantástica mezcla de estilos romanesco, bizantino y gótico, comenzó al año siguiente. Es conocido universalmente el poder de este santo para encontrar lo perdido. Innumerables los mensajes que cubren su tumbar rogando por familiares y amores perdidos, por la salud y la esperanza.

Basílica de San Antonio