martes, enero 10, 2006

 

Monza, cuna de la civilización briantea

Martes día 6 de Diciembre: festivo sin planes. Un día frío y gris en Milán. Algo habría que hacer, ¿no? Lo más sencillo visitar alguna ciudad cercana aunque no presentase gran atractivo a priori. Umm, Monza. 15 minutos de tren y 1,5€ el billete. Parecía perfecto. En una par de horitas la veo y regreso, pensé. Craso error. Tengo que volver.
Esta ciudad, que a muchos sonará por su famoso velódromo, el circuito de Monza, tiene mucho que ofrecer. Es una ciudad pequeña, me decían. Yo, viniendo de Canarias, estoy llegando a la conclusión de que no hay nada pequeño en Italia. Pequeño es mi pueblo, con alrededor de 15.000 habitantes. Monza ronda los 130.000, ¡casi 10 veces más!

Los primeros indicios de núcleos urbanos en Monza rondan el año 50 a.C., seguramente una estirpe celta que se sometió al proceso de expación de César. Testimonio del paso de los romanos restan grandes construcciones civiles: puentes, calzadas y acueductos. Pero el mayor periodo de esplendor lo vivió Monza con la llegada de los longobardos.

Para conocer más de esta ciudad y su historia recomiendo visitar este enlace como punto de partida.

Os dejo algunas fotos de mi paso por Monza. La tranquilidad y la decoración navideña invitaban a imaginar un futuro en Monza. Delante del Palazzo Reale se ubica el Monumento a los caídos. Cuando visité la ciudad estaba en obras, y hace unos minutos me han contado que han encontrado ruinas romanas .

Monumento a los caídos

Unos de los mayores atractivos históricos de esta ciudad es su Duomo, situado, como no, en el núcleo histórico de la ciudad. De por sí ya tiene una historia digna de conocer, pero a mí lo que más me llamó la atención fue la Corona Férrea, alojada en la capilla teodolinga del Duomo y perteneciente al tesoro del mismo. Esta obra maestra de orfebrería contiene un anillo interno que según una antigua tradición, reforzada por la aprobación eclesiástica, está forjado a partir de uno de los clavos de la pasión de Cristo. Con ella se han coronado numerosos reyes y emperadores: Corrado di Svevia, Federico Barbarossa, Carlo IV di Boemia, Federico III d’Asburgo, Carlo V, Napoleone Bonaparte, Ferdinando I d’Austria, etc.

Duomo de Monza

Del tesoro de Monza, entre otras muchas cosas, lo que más me llamó la atención fue la vitrina de trofeos. Que no, que no, que son cálices. Pero si los llenaban de vino entre ceremonia y ceremonia no me extraña que la iglesia cometiese las barbaridades que cometió en su momento.

Colección de cálices

Por último, a eso de las 5 de la tarde, me acerqué a la villa y los jardines reales, con el fin de visitar el famoso autódromo. Pero a las 5.15 ya era completamente de noche y tuve que dar la vuelta, por lo que me resta otra visita, si no más, a esta entrañable ciudad.

Comentarios:
Curioso, la verdad creo que todos al oir Monza en lo primero (y en mi caso tambien único) que pensamos es en el circuito.
 
tío, me gusta mucho tu forma de escribir y las fotos. Nos enseñas de puta madre la historia, joyas artísticas y forma de vida italiana.

A disfrutaaarlo!!
 
Jejejejejeje, pues sí que pensamos en el circuito, seguimos cometiendo el mismo error... yo de hecho voy a mirar en qué fechas cae el gran premio de Monza este año, que tengo buena conexión aérea con Milán...
 
Gracias por enseñar y contar algo de Monza, porque he estado buscado en internet esta ciudad y siempre me salia el circuito y gracias a ti ya tengo una ligera idea de esta ciudad ya que me interasa mucho porque ahora en marzo me voy a ir a vivir allí, a trabajar de enfermera, y leyendo lo que has escrito seguro que me gusta. Ciao!!!
 
Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]