fito en el mundo

En menos de una semana la tengo aquí. Las primeras semanas para mí solo, ya luego la volveré a compartir con el mundo. Hablo de Jenni, mi novia, que algunos ya conocerán, los afortunados en persona y los menos han podido leer uno de los primeros posts que puse en este blog. En concreto uno titulado Mi chica, del 08.02.2005.

Pues hace ya dos semanas fue su cumpleaños y todavía no le he dedicado un post. Imperdonable. Si hay algo que nunca se puede recuperar es el tiempo, desgraciadamente. Así que en lugar de perder más lo que voy a hacer es a aprovechar con ella el que viene.

Si algo no me caracteriza es la facilidad para expresar mis sentimientos. Al contrario, soy bastante reservado. Al menos para mostrar los que realmente cuentan. Y si en la convivencia diaria conocer esos sentimientos en una pareja es imprescindible, ya os podéis imaginar con la distancia. Pero, ¿hay cursos o libros que enseñen a hacerlo? Si los hay dudo de su efectividad. Pienso que es algo que debo trabajar día a día, equivocándome una y otra vez, desgraciadamente. Pero no me voy a rendir fácilmente, y menos, cuando hay tanto en juego.

Para empezar, voy a haceros partícipes de mi felicidad, de lo afortunado que soy de tener una chica que me quiera como lo hace, de una familia que siempre está ahí, de unos amigos que me hacen imposible sentirme solo... y de alguna forma les debo devolver a todos lo que me dan.

Paro, que siempre acabo hablando de mí. Y la idea original era hablar del cumpleaños de Jenni, el pasado 19 de Noviembre, que, como si estuviese predestinado, fue un sábado, lo que me permitía felicitarla en persona sin faltar al currele. Qué ansiedad los días previos cuando hablaba con ella por teléfono y no le podía decir nada, me tenía que morder la lengua. Pero mereció la pena. Aproveché la visita para visitar por sorpresa a mi hermano Samuel y su novia Gabriela y a mis padres y otra hermana, los primeros en Madrid y los segundos en Las Palmas. El resto de familia y amigos que me perdonen pero no tenía tiempo para más. Pero vaya viaje: Milán - Bérgamo bus, Bérgamo - Zaragoza avión, Zaragoza - Madrid bus (4 horas), Madrid - Gran Canaria avión. Y el regreso otro tanto. Cuando lo planifiqué no me pareció tan duro, pero el stress de salir de un medio de transporte con el tiempo justo para llegar al otro sumando a las horas de autobús te mina la energía.

Afortunadamente todo salió a la perfección. De hecho doy por sentado porque nunca más podré organizar un plan de viaje tan meticulosamente y con tanta suerte. La colaboración final de mi primo fue crucial para llegar del aeropuerto a mi pueblo, donde estaban mi novia y mi familia.

Amig@s, esas caras no tienen precio. Daría sorpresas todos los días de mi vida. Y os aseguro que yo era uno de los más que disfrutaba: lágrimas, sonrisas, abrazos... que bonito es el amor.

Salí de Milán el viernes por la tarde, hice noche el viernes noche en casa de mi hermano, el sábado a la mañana estaba en Gran Canaria, pasé todo el día entre Jenni y mi familia y el sábado a la noche, tras la cena del cumpleaños con los amigos, regresé a Zaragoza vía Madrid, donde tuve unas horas para conocer un poco la ciudad antes de aterrizar en Milán de nuevo.

Ha sido el viaje más cortos, rápido y feliz de mi vida. Por verlos a todos, por verla a ella, feliz, radiante... y un añito más mujer. Sigue quedando casi una semana para que llegue, pero cada minuto que pasa se hace más largo. Que ganas tengo de que vivamos juntos esta experiencia.

Jennifer, te quiero, MÁS QUE AMOR.